Nosotros, militantes
socialistas, bolivarianos y chavistas de la salud colectiva, el buen vivir
y la medicina social, vinculados a la
gestión en salud desde diferentes
espacios de gobierno, académicos y
comunitarios, queremos hacer unas breves reflexiones y unas propuestas
concretas que estimamos sean tomadas en cuenta en el análisis por los altos decisores del Gobierno
Bolivariano, los Delegados y Delegadas
del PSUV y el Gran Polo Patriótico y las autoridades de salud que se
designen en los próximos días.
La
Guerra Económica y de Cuarta Generación y
su relación con la salud.
Uno de los aspectos
fundamentales de la guerra económica contra nuestra población ha sido el
desabastecimientos de insumos básicos relacionados con la salud y el pleno goce
de los derechos sociales del pueblo; la dificultad para acceder a
artículos de higiene personal como papel higiénico, jabón de baño y de lavar ropa, champú, toallas
sanitarias, preservativos,
pastillas anticonceptivas y otros mecanismos para
evitar embarazos, pañales desechables para niños y adultos entre otros; aunado
al desabastecimiento en medicamentos e insumos médicos de uso frecuente (analgésicos, antipiréticos,
antidiarreicos, fórmulas lácteas
especiales, antihipertensivos, antidiabéticos, antiasmáticos) como los de
enfermedades más complejas (antibióticos, esteroides, hormonas, material
quirúrgico para hemodinamia y otros procedimientos especiales) y los de
enfermedades catastróficas( tratamientos contra el cáncer, la insuficiencia
renal, enfermedades raras o de baja prevalencia) , hizo que en prácticamente todas las familias venezolanas ocurriera durante el 2015 al menos una
situación de emergencia, de necesidad urgente de alguno de estos productos que
ocasionó una sensación de desespero, desamparo, impotencia y falta de gobierno
que fue muy bien dirigido y aprovechado
por los artífices de la guerra y ejecutado por sus lacayos nacionales.
Ante esta situación debemos reconocer que la respuesta gubernamental no fue
suficiente, a pesar de los esfuerzos que sabemos se hicieron (cierre de
fronteras, comisos varios, compras internacionales, adquisición a través de
convenios con países hermanos, entre otras), no se ha podido resolver esta situación, estos productos
siguen escasos. Esta parte de la guerra fue dirigida a la población más vulnerable,
niños, niñas y adolescentes, adultos y
adultas mayores con enfermedades y a la figura que históricamente se encarga
del cuidado de la familia, la mujer venezolana.
Desde las dependencias
públicas de salud (MPPS, IVSS, IPASME, Sanidad Militar, PDVSA) y los encargados de las compras internacionales
(CENCOEX, CORPOVEX), ya que la mayoría de estos productos son importados y los
que se producen en el país requieren principios activos o componentes
importados, no hubo la coordinación requerida para definir las prioridades, que
es lo que se debe comprar, con que urgencia y en qué cantidades, tampoco ha
existido una adecuada coordinación para agilizar los mecanismos de ingreso al
país, nacionalización y distribución de los productos por toda la red pública y
privada para que estuviese accesible a la población. Muchas veces escuchamos
respuestas no oficiales que decían que el problema es que no hay divisas…,
aunque reconocemos que efectivamente hay un problema serio de flujo de divisas
producto de la caída abrupta de los precios del petróleo (parte fundamental de
la guerra económica), no podemos entender que existan divisas para la compra de
licores importados de todo tipo, de pinos naturales y otros productos no
prioritarios y no tengamos divisas para insumos de salud…
Otro elemento fundamental
vinculado al sector salud, ya no como consecuencia de la guerra económica, sino
como parte de arsenal de guerra que tenemos desde la revolución en el sector
salud y que no hemos sabido aprovechar,
es la presencia masiva de médicos y médicas integrales comunitarias (MICs), enfermeros y enfermeras y otros
profesionales y técnicos bolivarianos
que se han formado en revolución, los comités de salud existentes y la red
nacional de establecimientos de salud. Prácticamente en todos los rincones del
país hay un consultorio popular de barrio adentro o una base de misiones, en
ellos hay médicos y enfermeras comprometidos con la revolución (con sus
excepciones) con comunidades organizadas
a su alrededor donde hacen vida uno o varios consejos comunales y sus comités
de salud. Estos médicos, enfermeras y comunidades organizadas, preparadas para la atención integral a nivel comunal, están permanentemente pidiendo lineamientos políticos de las
instituciones públicas de salud y la respuesta en muchos casos ha sido el cuestionamiento de su
calidad académica y el cierre de oportunidades para participar en la toma de
decisiones, al extremo que en algunos centros del MPPS y el IVSS prohíben la
presencia de MICs y de comités de salud o de contraloría
social, o les
dificultan la asistencia a actividades políticas.
Vinculado al punto anterior,
otro aspecto importante desde el sector salud es la poca claridad, formación
política y afinidad con la
revolución de muchos directores y
directoras de este sector. Si bien es cierto que para dirigir adecuadamente un
centro de salud no es necesaria la
afinidad política, esto se hace indispensable en momentos de guerra como el que
vivimos, nadie es apolítico, como suelen decir estos funcionarios, sus afinidades
y convicciones en lo político se reflejan en sus acciones cotidianas, si los
directores no creen en el socialismo, en
la salud como derecho social fundamental, responsabilidad del estado, de acceso
universal y gratuito, que no puede ser
privatizada, en la creación del Sistema Público Nacional de Salud, y por el
contrario están convencidos que la mejor opción es volver al pasado, entonces
sus acciones aunque sean técnicamente correctas, empujan la gestión hacia el
lado contrario, el personal de confianza que seleccionan tendrá su mismo perfil
y en una contingencia social y política seguramente develarán sus verdaderas afinidades
políticas. En muchas
direcciones del sector salud se celebró el triunfo de la oposición en las
elecciones parlamentarias, aunque muchos de estos directores
estuvieron en algún lista del 1 por 10 y asistieron por compromiso al
cierre de campaña del GPP…
Otro elemento fundamental en este análisis es el fraccionamiento, dispersión y desarticulación que a 17 años de
revolución persiste en el sector salud, multiplicidad de entes prestadores
públicos de servicios de salud que trabajan en forma poco coordinada,
persistencia de la descentralización en la salud que se inició en la década de
los 90 y que mantiene a 15
entidades regionales con autonomía en salud, develan la poca gobernabilidad que
hay en el sector y son parte de la explicación de la ineficacia e ineficiencia
en la implementación de las políticas de salud y las dificultades en la
consolidación del Sistema Público Nacional de Salud (SPNS).
Los intereses del
complejo médico industrial con todos sus recursos financieros y campañas
mediáticas y las ineficiencias persistentes en el sector público, han reforzado
en el imaginario colectivo que la solución es la atención individual en el sistema
privado de salud, los y las trabajadoras del sector público, cerca de 2
millones y medio de personas y sus núcleos familiares, con los que el número se
acerca a 10 millones, están amparados
por pólizas privadas de salud, las llamadas HCM y defienden esto como una
conquista laboral irrenunciable, hoy se estima que el Estado venezolano
invierte más recursos en mantener la atención en el sector privado para este
grupo que lo que invierte en atender a toda la población el sector público de
salud. Este es uno de los factores que más atenta contra la creación y
fortalecimiento del SPNS.
Algunas recomendaciones para el Alto Gobierno y las autoridades de salud
En primer lugar debe haber un pronunciamiento contundente del Alto
Gobierno y la Asamblea
de Delegadas y Delegados del PSUV y demás organizaciones el Gran Polo
Patriótico, en relación con el compromiso real y la voluntad política para la
creación y consolidación del SPNS tal como lo establece la CRBV, la Ley Orgánica del
Sistema de Seguridad Social y el Plan de la Patria, legado de nuestro Comandante eterno Hugo
Chávez.
Es indispensable que la nueva
ministra o ministro de salud tenga comunicación directa y periódica con el Alto Gobierno, Presidente, Vicepresidente
Ejecutivo, Vicepresidencia del Área Social; las políticas y acciones de salud deben
estar en consonancia directa con las nacionales y deben ser comunicadas y
compartidas.
Igualmente debe haber una
nueva dinámica de comunicación entre el Gobierno y el Partido y entre el
Gobierno y las Comunidades Organizadas, Consejos Comunales, Comunas, Consejos de Trabajadores, Sindicatos, deben existir espacios
permanentes de comunicación y participación efectiva con el Partido, con los
Trabajadores y Trabajadoras Organizadas y
con las Comunidades Organizadas. Es importante hablar con claridad y
honestidad, cuando se entrega una obra o se inicia la prestación de un
servicio, el mismo debe ser real y sostenible,
los potes de humo y los inventos le han hecho mucho daño a la
revolución.
Los equipos de trabajo de las
nuevas autoridades de salud deben ser funcionarios y funcionarias de comprobada
solidez técnica, política y ética, debemos dejar atrás el compadrazgo y el
nepotismo a la hora de designar los cargos de dirección, estamos convencidos
que tenemos suficientes cuadros con estas características en todos los estados.
Así mismo creemos importante que superemos la designación de superfuncionarios,
es decir un mismo director o directora con 2,3, 4 y hasta 5 cargos diferentes
en forma simultánea, con seguridad va a fallar en más de uno, o en todos, por más eficiente que
sea.
No se debe caer en el error de
comenzar de cero, reinventar la rueda, ya la revolución ha generado los
lineamientos políticos generales contenidos en la Constitución y las
Leyes, particularmente el Plan de la
Patria y estos se han llevado a planes concretos como el Plan
Nacional de Salud, ampliamente discutido y avalado por todos los sectores de
salud en el 2014 y 2015. Sugerimos partir de lo ya trabajado, luego incorporar y cambiar lo que
se considere necesario según la dinámica del país.
Consideramos que se debe
reimpulsar el Estado Mayor de Salud como instancia de integración de los
diferentes prestadores de servicios de salud a nivel nacional y estadal y de
discusión, seguimiento y control de las políticas y programas de salud.
Es necesario fortalecer los
mecanismos de Control y Seguimiento de la Gestión, tanto por las propias instituciones como por parte del Partido, los
Trabajadores y las Comunidades Organizadas.
Dentro de los avances y logros
de la revolución en salud, algunos de los aspectos que están particularmente en
riesgo con la nueva composición de la Asamblea Nacional
son Barrio Adentro, el Convenio Cuba Venezuela y el Plan de Formación de
Profesionales y Técnicos de la
Salud, especialmente
el programa de Medicina Integral Comunitaria. Esto indica que se deben revisar, fortalecer y blindar estas
políticas, que además tienen muy buena aceptación en el pueblo en general, no
solamente el chavista. Corregir lo que se tenga que corregir y fortalecer lo
que se tenga que fortalecer.
Dentro de los aspectos contenidos en el Plan Nacional de Salud, debemos
destacar la necesidad de priorizar las siguientes políticas:
•
Consolidar la Rectoría Pública
de Salud en manos del MPPS, su carácter regulador, las bases legales y su conducción
estratégica.
•
Iniciar la Integración funcional
progresiva y en red de todos los prestadores públicos de salud, bajo la
coordinación inicial del MPPS y los Estados Mayores de Salud de cada Estado.
•
Establecer una
nueva Organización del Sistema Público Nacional de Salud, que incluya la
participación activa y protagónica del poder popular organizado en todos los
espacios, una nueva Clasificación de Establecimientos de Salud única para todo
el sector público, el fortalecimiento de
Barrio Adentro, la consolidación de las Redes Integradas de Salud, tomando como base las Áreas de Salud Integral
Comunitaria(ASIC).
•
Garantizar el
financiamiento público del sistema de salud, administrado por el Estado,
solidario, progresivo, integrado; que responda a las prioridades sanitarias y
se distribuya con equidad en función de los proyectos; con la participación
vinculante del poder popular.
•
Desarrollo de una
Red de Hospitales que forme parte de la red integrada de salud, con un plan
maestro, colectivos de dirección, vinculada a protocolos de atención de
pacientes, protocolos de distribución de insumos y medicamentos con un sistema
de mantenimiento de equipos, instalaciones e infraestructura, acorde al nivel
de complejidad
• Garantizar el
derecho a la salud y el buen vivir a las
personas con discapacidad,
población indígena y en pobreza extrema
• Promoción,
conservación y atención del medio ambiente: saneamiento ambiental, calidad
del agua, control de vectores,
disposición de residuos sólidos urbanos y residuos peligrosos del sector salud.
• Desarrollo de
Programas y Proyectos en Prevención y Atención específica para las principales
causas de morbimortalidad transversalizados por
género, ciclo de vida, etnia y territorio social: Mortalidad Infantil,
Mortalidad Materna, Violencia, Adicciones, Accidentes, Embarazos en
Adolescentes, Enfermedades Inmunoprevenibles, Cardiovasculares,
Cerebrovasculares, HTA, Cáncer, VIH, Diabetes
• Fortalecer la
formación y capacitación de trabajadores y trabajadoras de la salud en áreas
críticas y estratégicas requeridas para y
por el Sistema Público Nacional de Salud,
que respondan a las necesidades de
atención y servicios de la población. Fortalecer el programa de formación de
Medicina Integral Comunitaria y consolidar la creación de la Universidad de
Ciencias de la Salud. Plan
para minimizar la fuga de talento humano en salud.
• Coordinación con
todos los entes prestadores públicos de salud para unificar la adquisición de
medicamentos y otros insumos para la salud en base al consumo y necesidades
reales de la población, con base en los protocolos de diagnóstico y tratamiento
consensuados.
• Coordinación y
agilización de la cadena de distribución y almacenamiento de los insumos para
la salud desde su llegada al puerto o aeropuerto, o la salida de la fábrica
nacional, hasta su almacenamiento en los centros de salud y entrega oportuna a
los usuarios.
•
Consolidación de
la capacidad soberana e independencia científica y tecnológica para producir y
garantizar los medicamentos, insumos y equipos para la salud.
• Promover el
fortalecimiento de Instancias del Poder Popular y su articulación en el Sistema
de Agregación Comunal, para la garantía del derecho a la salud mediante la
legítima gestión obediencial del Sistema
Público Nacional de Salud
• Impulsar la participación
protagónica del Sistema de Agregación Comunal y sus instancias relacionadas con
la salud, en la contraloría, cogestión y autogestión, de la promoción integral
de la salud.
De estas políticas contenidas y desarrolladas en el Plan Nacional de Salud se debe trabajar
con urgencia en el inicio de la nueva gestión en salud en las relacionadas con:
1.
Organización del SPNS a partir de Barrio Adentro y las
Áreas de Salud Integral Comunitaria
2.
Participación activa y protagónica del poder popular
y los trabajadores y trabajadoras de las
salud
3.
Fortalecimiento de las Redes Integradas de Salud, red
de atención comunal, red de atención ambulatoria especializada, red de
hospitales y red de emergencias, con todos sus establecimientos de salud.
4.
Fabricación, adquisición y distribución de Insumos para la salud
5.
Formación de profesionales u técnicos de la salud
según necesidades reales de la población y el SPNS
Colectivo
Bolivariano Socialista de la
Salud por la
Vida y el Buen Vivir
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