domingo, febrero 12, 2012

Homenaje al educador wayúu: primera promoción

Siguiendo con la tónica de que en materia de salud indígena no ha ocurrida gran cosa desde hace añ y medio, reseñamos que el 18 de enero, en el Lía Bermúdez de Maracaibo, se realizó el homenaje a los docentes de la 1 promoción de maestros normalistas wayúu al haber cumplido 52 años de graduados, por parte del CLEZ. Forman parte de ella Ligia Gómez (Apushana), Rosario Barboza (Ipuana), María Socorro (Uriana), Elceinda Carvajal (Uriana) y Teresa González (Ipuana), entre las mujeres. De los caballeros está Jóvito Fernández (Uriana), Ricardo Semprún (Epiayuu), Enrique Semprún (Epiayuu), Pedro González (Jayariyú) y Renato Montiel (Jayariyú).
Una iniciativa pendiente desde que se cumplió el 50 aniversario, pero que la instancia regional tuvo el detalle de hacerles un reconocimiento a esta gente tan valiosa que dedicaron su vida a crear las primeras cartilas bilingües y que fueron la base de la educación intercultural.
En la foto aparecen Jóvito Fernández y Enrique Semprún, junto a Feliciano Pérez, de una promoción después. A ellos nuestras más sinceras felicitaciones y las gracias por tan importante legado.

Shawantama'ana: lugar de espera, una visión del pueblo wayúu

Hoy hago mis comentarios acerca de la película documental "Shaewantama'ana: Lugar de espera", de la cineasta Yanilú Ojeda, gran amiga y tawala desde que la conocimos haciendo el documental ganador El Hospital, junto a Leiqui Uriana y Xavier Larroque. Fue estrenada en el marco de el festival de cine nacional Manuel Trujillo Durán. En esta oportunidad Yaniluú se luce con un trabajo majestuoso que nos transporta en chirrinchera por todo el trayecto histórico y terrestre desde Maracaibo hasta la Alta Guajira del lado colombiano. Una trama del día a día en este terminal, que convive con numerosas historias de nuestros hermanos y hermanas wayúu, el viaje semanal, la carga del equipaje, la correspondencia, las vicisitudes con las autoridades, entre otras cosas.
La historia del terminal se transporta desde la época en que los wayúu viajaban al sur del lago a trabajar en las fincas, cuando era un puerto lacustre para piraguas. Habla de la historia cuando estaba en Ziruma, luego en El Mamón y, finalmente, en donde se encuentra ahora, detrás de la Estación de gasolina Caribe. Hablan sus protagonistas, los choferes, los fundadores, los conocedores de la historia wayúu, Nemesio Montiel Fernández y Leoncio Pocaterra (Juan Pushaina).




Muy acertada la apuesta de plasmar esta vivencia tan cotidiana que se nos escapa de la vista sobre los alcances que tiene en materia cultural. Shawatama'ana no sólo es un lugar de espera, sino un punto de encuentro. Acá confluyen tantos elementos, historias, objetos, personas, caracteres, que es un tópico obligado a considerar desde el punto de vista sanitario, ya que los terminales son lugares para estudiar mejor los comportamientos humanos. En este, en particular, es un trozo bien grande de este pueblo indígena.
Gracias, Yanilú, por plasmarlo de manera tan auténtica. Muchos querrán verla.
Me tomo el atrevimiento de colocar algunas imágenes de su perfil de Facebook, pero ilustran de manera muy fiel esa vivencia en su realización, compartiendo con los verdaderos protagonistas, quienes fueron invitados y homenajeados en su estreno. Como dijo mi esposa, ya Yanilú forma parte del colectivo wayúu y, por ende, ahora se rige por sus usos y costumbres. Todo el éxito del mundo para ella.
Quedará la pregunta: dónde verla, donde adquirirla, pero, supongo que esta película viajará por festivales.

Cenizas eternas y el tema yanomami

En vista de que en el tema de Salud Indígena en Venezuela, desde el punto de vista gubernamenta, no ha avanzada nada desde hace año y medio, vamos a comentar otros tópicos y sobre otras vivencias que hemos tenido en esta materia.
En diciembre pudimos ver el filme de la venezolana Margarita Cadenas y la actriz y modelo zuliana wayúu Patricia Velásquez: Cenizas Eternas.
La película, entre otros tópicos, toca el tema indígena del pueblo yanomami. Su trama es acerca de una mujer que cae en la selva amazónica en un accidente fluvial, sobrevive y luego es rescatada por un grupo yanomami que estaba itinerante. Recuerda un poco el accidente de la médica Raiza Ruiz, aunque éste fue de tipo aéreo y no se cuenta una historia como esta.
Se recrea, de manera muy respetuosa y fiel, el tema cultural yanomami, las batallas entre grupos, el rapto de las mujeres, la convivencia en el shapono, el ritual del epená o yopo, la visión del colectivo, la vida y la muerte. Éste último es el que hila la trama.
No sólo son los paisajes, la estética, la fotografía, el relato. Es una visión objetiva de un pueblo indígena, considerado uno de los más puros del planeta y del que todos quieren echar mano: turistas, biólogos, aventureros, mineros, nuevas tribus, etc.
Hay que verla con mente abierta y no con la idea de ver una película hollywoodesca, viendo que estas cosas son muy reales y pueden chocar con nuestros patrones culturales.

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