miércoles, diciembre 21, 2011

Compartiendo con Wayúu Taya

La Fundación Wayúu Tayá es una ONG sin fines de lucro cuya misión es mejorar las condiciones de vida de comunidades indígenas en Latinoamérica, respetando sus usos y costumbres. Tiene una junta directiva en nuestro país y opera en el municipio Mara, donde está unos de los mayores asentamientos de el pueblo wayúu, el más numeroso pueblo indígena. Su embajadora y cara visible es la actriz y modelo Patricia Velásquez Semprún, alta mujer de la etnia wayúu (su madre es wayúu), familia de grandes docentes, de ahí su  amor por los niños y sembrar de escuelas en aquellas poblaciones que no cuentan con ellas, escuelas de excelente calidad e integrales.
Tuvimos la oportunidad de acompañarla en una entrega de regalos en la escuela Tepichi Talashi en Mara, donde compartimos con ella, una persona muy sencilla, la gente de la fundación y grandes amigos, como el tawalachon David Hernández, quien nos llevó amablemente. Se encontraba Margarita Cadenas, cineasta, directora y productora de Cenizas Eternas, la más reciente película de Patricia y que se estrenaba el viernes de esa semana en Maracaibo. También la venerada maestra y querida amiga Flor Palmar, compañera de gestas interculturales.
La salud va unida con la educación, siempre de la mano. Donde hay educación, hay salud, y viceversa. Es la visión de la fundación y nuestra también.
Pudimos constatar que la escuela cuenta con una estructura resistente a los embates climáticos, está montada en pilares, es hecha de un material muy fresco y de alta calidad. Visitamos salón por salón y en cada uno los tepichi nos saludaban con una Anashi wayá.
Al final, fue una fiesta todos estos niños y niñas bailando el yonna, ejecutando cada una de sus movimientos y de todas las edades. Si duda, todo un deleite y alegría para el corazón. Estas cosas no tienen precio.


martes, diciembre 20, 2011

La Navidad en los Pueblos Indígenas

El hecho histórico conocido como la natividad del señor Jesucristo, conocido como Navidad para los pueblos cristianos del mundo no es parte del costumbrismo indígena. Fue una historia aprendida en el cúmulo de conocimientos que trasmitieron las misiones en la época de la colonización. Los pueblos indígenas no tienen una fecha similar que hable del nacimiento de un ser con dotes maravillosas. Inclusive, resultaba paradójico transmitir la enseñanza de la vida de alguien que abogó por el perdón en medio de las matanzas y genocidios que hacían los conqistadores. En una entrevista radial que se le hizo al padre Gustavo Ocando Yamarte, él explicaba que donde hubo misiones sobrevivieron los indígenas. Viéndolo desde esa perspectiva era cierto. Donde estaban los religiosos impartiendo las sagradas escrituras y enseñando los dones de una vida pacífica, cultivando, pastoreando, esas comunidades se salvaban de la masacre. Donde no había misiones, los extinguían.
Los indígenas celebran más bien el año nuevo. Diferente en cada calendario, pero, actualmente, todos adaptados al calendario gregoriano, la celebración más importante es el nacimiento de una año nuevo. Para algunos es cuando se hacen las "limpias" de año nuevo para dejar atrás las impurezas, lo malo que ha sucedido, los malos recuerdos, las catástrofes. Se pide mediante ofrendas para un nuevo año fructífero, en la cosecha, en el pastoreo, en la vida.
Para otros, es época de hacer las exhumaciones, cuando se sacan los huesos de aquellos que ya han cumplido el tiempo de estar en tierra para ir a Jepira y estar con los ancestros.
Para todos y cada uno de nuestros hermanos y hermanas de las comunidades indígenas del mundo, les deseamos un nuevo año provechoso, donde haya menos maltrato a la Madre Tierra, que ella nos recompense con mejor clima, lluvias equilibradas para las cosechas. Que esa Madre sabia dé la lección a los que contaminan indiscriminadamente.
La reflexión de año nuevo es para sembrar conciencia en salvar el planeta, la madre que todo nos lo ha perdonado a cambio de nada. Al tener un planeta sano, en equilibrio, tenemos salud.

sábado, diciembre 03, 2011

Cómo sigue la resistencia indígena

Los hermanos indígenas en Latino américa aún siguen resistiendo. Algunos ya se rindieron, pero la gran mayoría sigue resistiendo. Sigue resistiendo la discriminación que aún existe en otras formas: la invisibilización en los medios de comunicación, el arresto por supuestas acciones terroristas, el despojo de las tierras por ambiciones industriales, la minimización por preferencias políticas, el desconteo oficial por razones estadísticas, la suma global, la homogeneización de leyes y políticas.
En nuestro país sigue resistiendo cuando no se ubica en un bando, cuando es despedido por mantener sus principios, cuando ya deja de ser comprado por "espejitos" o "láminas de zinc" y vota con convicción propia, cuando le dice a sus líderes que no están haciendo su trabajo, cuando sobrevive, a pesar que les lleven enfermedades mortales a su comunidad sólo por una "jornadita" política, cuando ya no permite que lo utilicen como adorno en actividades, cuando comienza a prepararse para la vida estudiando y trabajando, cuando sigue manteniendo su honestidad y honorabilidad aunque lo vean como delincuente en primera impresión, cuando sigue siendo libre en su corazón a pesar de tormentas e inundaciones o porque tiene que mendigar porque le robaron su tierra o le enseñaron que pedir es mejor, cuando sigue estudiando aunque le retrasen la beca desde el nivel central por algún burócrata que no entiende su esfuerzo ni lo aprecia.
Deja de resistir aquel que se deja absorber por la burocracia, por el quince y último, por la ambición ciega de algunos lideres y liderezas, cuando se desliga de su familia y su tierra y siente vergüenza de su sangre, cuando le parece que su atuendo tradicional es ridículo, cuando ya no habla su lengua materna, cuando irrespeta a los ancianos y ancianas, cuando deja de sentir que lo suyo tiene importancia, cuando comienza a creer que la vida en la ciudad es mejor y se olvida de su madre tierra apenas se forma como profesional o tiene un puesto de importancia, cuando se olvida de sus hermanos y hermanas al tener un "cambur" (puesto político o de poder), cuando sigue pensando que el Día de la Resistencia Indígena es para ponerse su guayuquito y pintarse la cara y servir de monigote al lado de el jefe de turno.
Cuando la persona que ejerce un nivel de autoridad, estratégico o técnico, entienda que, aún cuando somos iguales, a la vez no lo somos, que algunos están en desventaja, que las fórmulas no se pueden generalizar, que la universidad no enseña recetas para todo, que la estrategia no es cuidar el puesto o ser soldado sin cuestionar, ese día la resistencia bajará un poco.


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