Artículo publicado en El Nacional muestra algunas frases:
"En cuanto a salud, los casos de tuberculosis son
muchos, así como las diarreas, infecciones respiratorias y lesiones de
la piel. No obstante, es muy alarmante la detección de casos de sida en
varias comunidades. Se han registrado 56 casos confirmados por
diagnóstico serológico, de los cuales han fallecido algunos. En relación
con esta situación que se torna dramática, el poco personal que trabaja
en salud no tiene los recursos para la detección de muchos casos que
pudieran ser positivos, hay un gran subregistro. Se dispone de
medicamentos antirretrovirales, pero algunos se niegan a cumplir el
tratamiento, ya que la cultura y creencias privan al respecto.
Solo hay dos hospitales tipo I, ubicados en San
Francisco de Guayo y Nabasanuka, municipio Antonio Díaz, que se
encuentran aproximadamente a seis horas en lancha de la capital, por
supuesto, con las mínimas condiciones para la atención: escasez de
personal médico e insumos. Algunos indígenas llegan a trasladarse al
hospital de Tucupita, también en precarias condiciones, pero el medio de
transporte fundamentalmente es por vía fluvial y en muchas ocasiones
complicado, y no cuentan con una ambulancia fluvial".
Este es un apartado para el pueblo warao que está actualmente en la cumbre de la desidia. Ni siquiera sus miembros políticos quienes están en poder de decisión se han hecho eco o hacen alguna gestión.
Retrocedemos como país en nuestra deuda ancestral, luego de que dimos tantos pasos hacia adelante y somos ejemplo en materia de derechos de pueblos indígenas.
Fuente: El Nacional.
Convivencias de la salud y las distintas manifestaciones culturales y etnográficas de América.
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