Desde que los hermanos y hermanas indígenas se han integrado a la vida política, social y laboral de las ciudades o en las capitales, han estado inmersos en nuevos usos y costumbres. Ahora hay horarios, salarios, jefes, rutinas, papeleos, normas, leyes, jerarquías e infinidad de cosas relacionadas al mundo de los criollos. Esto comienza a ser un problema cuando el indígena comienza a olvidar los propios para asumir nuevas conductas. Esos valores inculcados por los ancianos y ancianas sobre la honestidad, la solidaridad, el respeto y el honor deben seguir con la persona. La cosa se agrava si esta persona, que ha perdido esos valores, le asignan tareas supervisorias sobre sus compañeros de trabajo. Ese modelaje que un supervisor en el mundo no indígena debe hacer se ve entorpecido por indígenas que han asumido comportamientos que no son propios de su pueblo.
Siempre he mencionado que el alcoholismo, la drogadicción y la perversión sexual son armas de colonización. Tenerlas y llevarlas al trabajo y ponerlas en práctica y, de paso, "modelar" con ellas es lo peor que puede ocurrir en la administración pública en el sector salud. Y cuando la hacen indígenas arraiga más el estigma social.
"El indio borracho e impuntual", "la india promiscua", son etiquetas que han existido y que debemos erradicar a toda costa.
Luego de estas conductas malsanas se suma olvidar su esencia indígena por la burocracia que tienen los hospitales y centros de salud. Las fronteras mentales que creamos los trabajadores de la salud conm respecto a las jerarquías y las normas se imponen en el esquema cultural donde todos somos iguales, pero hay diálogo con derecho. Si se nombra a alguien para una labor supervisoria no debe imponer cosas sin el debido conversar con sus hermanos y hermanas. Eso que ya mencioné: honestidad, solidaridad, respeto y honor, aprendido de sus abuelos y padres.
Cada situación es diferente según el pueblo indígena que se trate, pero debe ser interesante estudiar antropológicamente el cambio cuando se asumen estos roles. Ya lo habíamos comentado cuando se habla del tema educativo con el proyecto Cacique Nigale.
El mensaje: no olvidar sus valores inculcados por los viejos, los buenos valores, tan necesarios en este mundo que tenemos. Luchar contra esa burocracia día a día sin descanso para lo grar que sus hermanos y hermanas logren la salud.
Imagen: Prensa Hospital Universitario de Maracaibo.
Convivencias de la salud y las distintas manifestaciones culturales y etnográficas de América.
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