Ya se están comenzando a ver los resultados en cuanto a la recuperación y la satisfacción tanto del niño o niña como del grupo familiar.
La utilización de chinchorros y hamacas en los hospitales no es nuevo. Ya existen experiencias muy exitosas en otras partes de Latinoamérica, como en México. Siempre tendremos que reiterar las enseñanzas de Roberto Campos Navarro a este respecto, sobre cómo acorta el tiempo de estancia hospitalaria, cómo en la higiene no es menos limpia que una cama hospitalaria, inclusive, es más fácil de limpiar. Las indicaciones son muy precisas y existen patologías en las que el paciente no puede o no debe estar en un chinchorro, pero siempre su utilización es una opción que se le brinda y el paciente decide si la toma.
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