jueves, enero 10, 2008

La comida chatarra y la alimentación tradicional

El empuje mediático de las empresas de comida rápida y comida chatarra es impresionante y avasallante. Nuestros hermanos sufren desde las escuelas por mantener sus dietas tradicionales, pero se ven forzados a cambiar sus hábitos por la disponibilidad y por la propaganda. Algunos sucumben, pero otros se resisten. Otros hacen adaptaciones. Un grano de arena que podemos aportar en este sentido es respetar esta simpleza tan irrespetada en nuestros hospitales. No nos tomamos la molestia de adaptar la dieta hospitalaria a los hábitos de la gente, para que se recuperen más rápido. ¿No nos hartamos de decir que "la comida del hospital nos enferma?".

“El consumo de refrescos en la población indígena es el doble del gasto que se invierte en leche. Como el refresco no es más que azúcar con agua, la población más pobre está pagando la mayor cantidad de dinero por comprar esta mezcla. En sopas instantáneas, que también se han impuesto en zonas rurales, se pagan entre 7 y 8 pesos por 30 gramos de pasta, precio que ni Carlos Slim paga por la mejor pasta italiana. Por ello, la comida chatarra no sólo está teniendo consecuencias negativas en la salud, sino también en la economía familiar”

 A los directores de hospitales y quienes gerencian la salud, una invitación cordial a que mejoren la rotación de camas mejorando este aspecto en el tratamiento de los pacientes.

Tomado de: La Jornada.

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