Las mujeres curanderas wayúu u oüts son entregadas a su labor. Pertenecen a la vida. Son más médicas que muchos en los hospitales, no tienen descanso.
Viendo a mi hija aquí me preguntaba si ella tendrá esas cualidades. ¿De verdad, el médico nace o se hace?
En la vida vamos a ver mujeres y hombres dedicados a la curación sin ser catedráticos. En la escuela de medicina no nos enseñan ni a conocerlos ni a respetarlos: sólo indiferencia. En la vida he aprendido a admirarlos, a tenerles respeto, a conocer de ellos. Aprendí que cualquiera de nosotros puede llegar a ser médico, pero no cualquiera puede llegar a ser shamán.
Convivencias de la salud y las distintas manifestaciones culturales y etnográficas de América.
viernes, mayo 26, 2006
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