He conocido al ministro. Su sensibilidad no tiene barreras, no tiene paradigmas. No tiene prejuicios, ni es estereotipado. No hay clases sociales, no hay fronteras, no hay cansancio.
Nosotros los médicos debemos quitarnos la venda, ese disco rayado del estetoscopio en el cuello y elucubrando entre cuatro paredes. Debemos ver más allá de ellas. Hay otro mundo afuera.
Para poder cambiar la situación de salud en Venezuela hay que quitarse la venda.
Convivencias de la salud y las distintas manifestaciones culturales y etnográficas de América.
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