Desde tiempos ancestrales nuestros ascendientes en toda la América durmieron y vivieron alrededor de sus chinchorros. El chinchorro es un invento americano. Se utiliza desde el más lujoso spa hasta en un submarino nuclear. Nuestros hermanos indígenas no conocen una cama más agradable que un chinchorro o hamaca. ¿Qué les parece dormir en un hospital uno o dos meses, como habitalmente ocurre por una enfermedad crónica, sin terminar sufriendo de la espalda?
Todas estas palabras que les refiero son cosas aprendidas andando con Roberto Campos, un médico excepcional.
Esta foto es tomada del Hospital Indígena de Nazareth, una referencia obligada.
Convivencias de la salud y las distintas manifestaciones culturales y etnográficas de América.
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